what a time
Te dejaré, y ojalá pueda ser cuanto antes. Porque cada vez que te veo la herida se hace más grande. Queríamos mucho, y queríamos fuerte, y rápido. Esa no fue la mejor decisión, pero lo hicimos, y ahora ya no hay marcha atrás. Ojala hubiésemos querido bien.
Me arrepiento. Me arrepiento de haber dicho eso. Pero lo dije porque lo sentía. Y deberías haberlo aceptado. Deberías haberte quedado, luchando por seguir a mi lado, a pesar de lo que dije. Se supone que me querías. Y yo a ti también. Pero ya sabes lo complicado que es para mí quererme, imagínate querer a alguien más. Te lo mostré todo, absolutamente todo. Me abrí en canal y te dejé ver hasta la peor versión de mí, y se supone que aun así me seguías queriendo.
¿Qué es lo que te hizo cambiar de opinión? Déjame adivinar. ¿La distancia? ¿El tiempo? ¿Mis continuos cambios emocionales? ¿O quizás mi inestabilidad mental? Fuera lo que fuera ya te has ido, no puedes dar marcha atrás. No quiero que vuelvas, pero me gustaría olvidarte de una vez por todas. La astilla que has dejado ya no molesta. Ahora duele. Te prometí que un día te escribiría algo que guardases para siempre, algo tan bonito como lo que tú escribías. Pero no me dio tiempo. Desapareciste antes de que pudiese siquiera empezar. Yo viajaba para allá, tú para acá. Al final ni pensamos que eran todo imaginaciones.
Y vuelves a entrar, sin saberlo me matas pero no puedo hacer nada por parar, me gusta que me maten de vez en cuando. Luego desapareces sin dejar rastro, y yo no puedo decir nada. Porque no te debo nada. Ni tú a mi tampoco.
Y aun así, cuando parece que todo está perdido, vuelves y arrasas con todo. Todas mis ideas, todo lo que tenía pensado decirte. Todo. Lo destrozas. Y no me quejo. Porque decírtelo sería perder(te).
Imagina por un momento. Imagina que estás aquí, allí. Más cerca o más lejos, no importa. Solo imagínatelo. Imagina como sería acariciarte. No imagines demasiado, no sé si es bueno. Enganchados como dos cadenas. Cadenas que no podemos separar. Ni queremos. Nos gusta estar enganchados. Empeñados en seguir tirando de una cuerda más fuerte de lo que pensamos. Joder. Esta cadena me gusta. Pero me está haciendo daño. Nos está haciendo daño.
Estoy cansada. No quiero seguir enganchada. Tienes miedo, lo veo en tus ojos. Te has dado cuenta de que esto ha acabado, pero no eres capaz de decirlo. Yo lo he asumido, estoy esperándote. Nos seguimos queriendo tanto como al principio, pero tú ya estás cansado de esperar. No tenemos porqué acabar así, pero vamos a hacerlo de una forma u otra. Necesito que te vayas. Cuanto antes lo hagas mejor, no lo alargues.
Ya lo sé joder, ya lo sé. Quieres intentarlo de nuevo. Pero yo no, entiéndeme, estoy vacía. Consumida por algo tan bonito que acabó haciéndome arder por dentro. Ahora dices que no. Que nada de lo que vivimos valía. Que fue todo una mentira. Ya no hay rastro de lo que teníamos. Te lo dije, acabaríamos mal.
Qué momento aquel en el que nos prometimos tanto. Y de tanto prometer, al final no cumplimos nada.
Comments
Post a Comment